La terapia manual consiste en la aplicación de técnicas específicas que, como su propio nombre indica, se realizan con las manos. 

Entre dichas técnicas podemos encontrar el masaje funcional, los estiramientos y la movilización articular, así como la realización de ejercicios terapéuticos para mejorar la situación funcional general del paciente.

Desde este abordaje manual se pueden tratar todo tipo de afecciones músculo-esqueléticas como esguinces, contracturas musculares, tendinitis, procesos degenerativos, tratamientos posquirúrgicos, problemas de columna, roturas de fibras, alteraciones neurológicas…

Todo este tipo de técnicas se aplican siguiendo dos principios fundamentales: la aplicación de la técnica idónea en cada caso buscando unos resultados concretos en el estado del paciente, así como tener en cuenta las preferencias y expectativas de los mismos, dando información sobre las técnicas para que cada usuario pueda decidir según sus experiencias previas.